¿Cuántas veces a la semana decimos "Tengo que ..."?
Tengo que sacar la basura ... cambiar el aceite del carro ... pagar mi tarjeta Visa ... Tengo que hacer una presentación en la reunión de ventas ... dar examen final de Física ... entretener a la familia política esta semana ... Mi mujer y yo tenemos que hablar en serio sobre el problema escolar de la hija nuestra ... o cuanto gastamos en comida ... o la pelea que tuvimos ayer ... Tengo que perder algo de peso ... dormir más ... tener más iniciativa en mi trabajo.
Zu dieser Kategorie gehören die Dinge, die häufig in den Listen von "Pendiente" und auf den Seiten des Jahreswechsels auftauchen. Und die meisten davon, die wörtlich genommen werden, sind falsch. In der Praxis des Objektivismus ist es wichtig, genau zu wissen, warum sie falsch sind.
Ayn Rand, en su ensayo "Causality Versus Duty" (reproducido en "Philosophy: Who Needs It"), contó la historia de una mujer a la que se le dijo que tenía que hacer algo. "Señor: [contestó la mujer] no hay nada que yo tenga que hacer excepto morirme." Rand comentó:
"Vida o muerte es la única alternativa fundamental del hombre. Vivir es su acto básico de elección. Si escoge vivir, una ética racional le dirá cuales principios de acción son requeridos para poner en práctica su elección ..."
"La realidad confronta al hombre con gran cantidad de 'deberes', pero todos son condicionales; la fórmula de la necesidad realista es: 'Ud. debe, si ...', y esos 'si', quedan a su elección ..."
Si quiero comer, debo seguir ciertos pasos para obtener comida. Si quiero practicar la medicina, debo adquirir los conocimientos y habilidades necesarias. Si quiero tener un matrimonio feliz, hay cosas que debo hacer para lograr ese valor. Im Allgemeinen können wir ohne Anstrengung keine Werte erreichen; und die natürliche Anstrengung wird durch die Ereignisse der Wirklichkeit bestimmt, genauer gesagt: durch das Kausalitätsgesetz, das die Handlungen mit den Folgen, die Mittel mit den Zielen in Beziehung setzt. En tal sentido, hay gran cantidad de cosas que tenemos que hacer. Aber es gibt immer ein implizites "si": si es que queremos lograr el fin en cuestión. Jedes Unternehmen hängt von unserem Kompromiss mit dem Ziel ab, und in der Realität gibt es nichts, was uns diesen Kompromiss aufzwingt. Decir "tengo que" es hablar en el lenguaje de la compulsión, del deber, de la autoridad, de mandatos o restricciones impuestas desde fuera. El Objetivismo ist nicht eine Schuldfrage, sondern eine Frage der Werte, die die wichtigsten und grundlegendsten für unser eigenes Leben und unser Glück sind.
El lenguaje de los valores es "Yo quiero" y "Yo voy a": Yo quiero tal cosa, y voy a hacer lo que se requiera para lograrla.
Hablar en lenguaje de los valores en lugar del deber - "quiero" en vez de "tengo"- constituye un recordatorio diario de que vivimos por elección, con la libertad y las responsabilidades que ello comprende. Cuando pienso en una tarea como algo que quiero hacer, afirmo que es un ejercicio de escogencia, y una acción que sirve a mis valores. Aber wenn ich eine Aufgabe als etwas betrachte, das ich "tun muss", dann verliere ich meine Werte und überlasse einen Teil meines Lebens einer anderen Macht; die Zeit, die sie verbringt, ist wie eine Auferlegung auf meine Zeit in der Welt.
Por supuesto, lo importante no son las palabras en sí mismas, sino el pensamiento que hay detrás de ellas. Muchas personas insistirán en que cuando dicen "Tengo que", hay un "si" que está implícito. Que han escogido sus objetivos, y que simplemente se están concentrando ahora en los requerimientos que la realidad les impone si han de lograrlos. Bien. Pero hay peligros en dejar implícito el "si"; y ventajas correlativas en decir y pensar explícitamente "Yo quiero."
1) El lenguaje de los valores nos mantiene enfocados en nuestra responsabilidad por nuestras elecciones. Cuando alguien nos hace una invitación que no deseamos, es muy fácil decir: "Me encantaría, pero tengo que estudiar para el examen ... o visitar a mi mamá ... o llenar mis declaraciones de impuestos." De hecho podría elegir aceptar esa invitación, pero tengo otros valores a los cuales dedicar mejor mi tiempo. Lo cual es cierto sin importar si tengo una excusa convencionalmente aceptable -un real compromiso u otra obligación- o si simplemente quiero leer un libro o salir con otra persona. La mayoría de nosotros se esquiva de decirlo en palabras como esas, para no herir los sentimientos de la otra persona. Pero lo que en efecto estamos diciendo entonces es: "Mi tiempo no me pertenece; solo puedo justificar mi rechazo a su invitació porque tengo otro deber que cumplir." Pero nada tiene tal exigencia para mí, fuera de mi elección, basada para mí en mis propios valores. Puedo actuar con tacto al declinar la invitación, pero no tengo por ello que ceder la responsabilidad por mis acciones en pro de alguna necesidad impersonal.
2) El lenguaje de los valores nos mantiene en contacto con el hecho de que nuestros propósitos son proyectos en curso, y que libremente renovamos nuestros compromisos a ellos mientras los desarrollamos. Wichtige Werte in unserem Leben, wie eine Karriere oder eine Ehe, beinhalten Kompromisse auf lange Sicht. Diese Werte strukturieren unser Leben in der Zeit, indem sie die Tage und Jahre zu einem Ganzen zusammenfügen, das Bedeutung hat. El peligro es que los vayamos a ver como compromisos que hicimos en algún punto del pasado, y a los cuales ahora estamos atados. Es ist leicht, für ein Ziel unser Herz anstelle unseres Herrn zu verlassen, eine neue Form der Verantwortung und nicht ein Mittel für unser Glück und unser Wohlergehen.
"Tengo que ir a una reunión de ventas esta semana; no es mi actividad preferida, pero es parte de mi trabajo. Sí, teóricamente podría renunciar, pero desorganizaría totalmente mi vida. Yo me metí en este baile, ahora tengo que bailar. Así que tengo que ir a la reunión." Es el lamento de alguien cuyos objetivos se han fosilizado en deberes. Obwohl er die Verantwortung für seine aktuelle Situation trägt, ist es eine passive Antwort auf externe Forderungen, bevor er sich aktiv um sein Glück kümmert. Cuando parece más natural decir "Tengo" que "Quiero", es tiempo de detenerse a hacer inventario. Incluso si decido quedarme en un empleo insatisfactorio, puedo reafirmar no obstante que elijo cada día procurando así un valor incluso en una reunión aburrida.
3) El lenguaje de los valores nos ayuda a hacer elecciones específicas. Todo el mundo tiene más cosas que hacer que tiempo para dedicarles. Una de las certidumbres de la vida es que habrá cosas de la lista no tachadas al final de la semana. Para decidir cuales cosas hacer y cuales dejar, el enfoque racional es poner cada tarea en su contexto: ¿a qué fin sirve?, ¿cuán importante es lograrlo?, y ¿qué valor prioritarianio le doy?
Wenn ich im Sinne von "Ich möchte" denke, stellen sich diese Fragen automatisch, und ich kann die Nutzung meiner Zeit auf meine Werte mit größerem Spielraum abstimmen. Pero si pienso en términos de "Tengo", mi mente no se plantea esas importantes preguntas. Los "tengo" tienden a ser entonces todos iguales: divorciados de mi jerarquía de valores, se autopresentan en una misma fila, haciendo idénticas demandas de mi tiempo. Mis decisions sobre cómo emplear mi tiempo se sienten así arbitrarias; me siento culpable de lo que dejo sin hacer, o dejo todo para ser hecho en algún futuro no especificado (el cual en su momento se llenará con su propia nueva cosecha de "tengos").
4) El lenguaje de los valores aún puede llenar labores subalternas, como sacar la basura, con la significación de los fines a que sirven. No hay voz alguna en el cielo que me mande a sacar la basura. Soy libre para dejar que se acumule en mi cocina, si estoy preparado para convivir con el olor, el desorden y el peligro para mi salud. Pero de hecho valorizo un ambiente limpio y ordenado. Es ist sehr befriedigend für mich, ein Haus zu haben, das gemütlich und ästhetisch angenehm ist und nicht von Schmutz befallen ist. Tan pronto como focalizo en lo que quiero al sacar la basura, ello se convierte en un modo de experimentar ese valor concretamente.
Viele der Dinge, von denen wir das Gefühl haben, dass wir sie tun müssen, sind instrumentelle Werte: Dinge, die wir als Mittel für andere Ziele tun, auch wenn sie selbst nicht plausibel sind. Son los fines ulteriores, las cosas que encontramos intrínsecamente satisfactorias -como el trabajo creativo, una relación romántica, una buena conversación, una experiencia estética conmovedora-, las que dan significado a nuestras vidas. Sin embargo mucho de nuestro tiempo se gasta en tareas instrumentales. Es lohnt sich, die geistige Anstrengung zu unternehmen, um sie fest mit den Zielen zu verbinden, die uns wichtig sind, und mit ihnen die Dinge zu tun, die wir tun wollen.
Un gran logro de Ayn Rand como filósofo fue probar que todos los valores son instrumentos al servicio de la vida. Su gran logro como novelista fue mostrar -a través de sus héroes- de qué manera el compromiso apasionado a la propia vida puede investir con significado intrínseco cada momento, cada tarea, cada valor instrumental. "No importa qué noche la precediera, [Dagny] nunca supo de una mañana en la que ella no sintiera al levantarse una silente excitación, que se transformaba en una contenida energía en su cuerpo y un hambre de acción en su mente, por ser el comienzo del día, y por ser un día de su vida. ... Se sentó en su escritorio sonriendo en desafío al sinsabor de su trabajo. Odió el informe que tenía que terminar de leer; pero era su trabajo, era su ferrocarril, era su mañana."
Por todas esas razones, considero un ejercicio útil hacer una corta pausa cuando me encuentro pensando "Tengo que", y preguntar: ¿Quiero? Pienso que es una liberación sentirse despertando al comienzo de un día con el entendimiento de que"no tengo nada que hacer hoy." Es ist keine Erfahrung, die man für die Sonntage am Morgen oder den ersten Ferientag reservieren sollte. Es verdad cada día de nuestras vidas.
Tomado de IOS Journal, Band 6, Número 1, Abril 1996.
David Kelley fundou a The Atlas Society (TAS) em 1990 e atuou como diretor executivo até 2016. Além disso, como Diretor Intelectual, ele era responsável por supervisionar o conteúdo produzido pela organização: artigos, vídeos, palestras em conferências, etc. Aposentado do TAS em 2018, ele permanece ativo nos projetos do TAS e continua atuando no Conselho de Curadores.
Kelley é filósofa, professora e escritora profissional. Depois de obter um Ph.D. em filosofia pela Universidade de Princeton em 1975, ele ingressou no departamento de filosofia do Vassar College, onde ministrou uma grande variedade de cursos em todos os níveis. Ele também ensinou filosofia na Universidade Brandeis e lecionou com frequência em outros campi.
Os escritos filosóficos de Kelley incluem trabalhos originais em ética, epistemologia e política, muitos deles desenvolvendo ideias objetivistas em novas profundidades e novas direções. Ele é o autor de A evidência dos sentidos, um tratado de epistemologia; Verdade e tolerância no objetivismo, sobre questões do movimento objetivista; Individualismo inabalável: a base egoísta da benevolência; e A arte do raciocínio, um livro didático amplamente usado para lógica introdutória, agora em sua 5ª edição.
Kelley lecionou e publicou sobre uma ampla variedade de tópicos políticos e culturais. Seus artigos sobre questões sociais e políticas públicas foram publicados em Harpers, The Sciences, Reason, Harvard Business Review, The Freeman, On Principle, e em outros lugares. Durante a década de 1980, ele escreveu frequentemente para Revista Financeira e Empresarial Barrons sobre questões como igualitarismo, imigração, leis de salário mínimo e Previdência Social.
Seu livro Vida própria: direitos individuais e o estado de bem-estar é uma crítica das premissas morais do estado de bem-estar social e da defesa de alternativas privadas que preservem a autonomia, responsabilidade e dignidade individuais. Sua aparição no especial “Greed”, da ABC/TV, de John Stossel, em 1998, provocou um debate nacional sobre a ética do capitalismo.
Especialista reconhecido internacionalmente em Objetivismo, ele deu muitas palestras sobre Ayn Rand, suas ideias e seus trabalhos. Ele foi consultor da adaptação cinematográfica de Atlas Shrugged, e editor de Atlas Shrugged: o romance, os filmes, a filosofia.
”Conceitos e naturezas: um comentário sobre A virada realista (de Douglas B. Rasmussen e Douglas J. Den Uyl),” Reason Papers 42, no. 1, (verão de 2021); Esta resenha de um livro recente inclui um mergulho profundo na ontologia e epistemologia dos conceitos.
Os fundamentos do conhecimento. Seis palestras sobre a epistemologia objetivista.
”A primazia da existência” e”A Epistemologia da Percepção”, The Jefferson School, San Diego, julho de 1985
”Universais e indução”, duas palestras nas conferências do GKRH, Dallas e Ann Arbor, março de 1989
”Ceticismo”, Universidade de York, Toronto, 1987
”A natureza do livre arbítrio”, duas palestras no Instituto de Portland, outubro de 1986
”O Partido da Modernidade”, Relatório de política da Cato, maio/junho de 2003; e Navegador, novembro de 2003; Um artigo amplamente citado sobre as divisões culturais entre as visões pré-moderna, moderna (iluminista) e pós-moderna.
“Eu não preciso“(Diário do IOS, volume 6, número 1, abril de 1996) e”Eu posso e eu vou” (O novo individualista, Outono/Inverno 2011); Artigos complementares sobre como tornar real o controle que temos sobre nossas vidas como indivíduos.