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El senador demócrata de Iowa Tom Harkin, en un discurso sobre el aumento del techo de la deuda, dijo: «Estamos en uno de los momentos más peligrosos de nuestra historia en este momento. Tan peligroso como la desintegración de la Unión antes de la Guerra Civil».
En este punto, ¡tiene toda la razón! Pero son Harkin y los de su calaña, encabezados por el presidente Obama, quienes están destrozando la República.
Harkin dirigió sus comentarios al senador republicano de Texas Ted Cruz, quien obstruyó la implementación del Obamacare, y contra los aliados del Tea Party de Cruz.
Harkin se quejó de «un pequeño grupo de hombres y mujeres obstinados que tienen una determinada ideología». Continuó: «Como no pueden salirse con la suya, van a crear esta confusión y este discurso y esperan que el público esté tan confundido en cuanto a quién tiene la culpa de esto, que culpe a ambas partes».
Sin embargo, no hay confusión. ¡La culpa es de complacer a políticos paternalistas ávidos de poder como Harkin!
He estado escribiendo desde hace algunos años que «Estados Unidos se dirige hacia la guerra civil... el conflicto es entre los productores, quienes trabajan para ganarse la vida y prosperar con sus propios esfuerzos, y los expropiadores, quienes sobreviven arrebatando a otros con los gobiernos como agentes».
Hoy en día, las contradicciones del estado de bienestar —exacerbadas por el Obamacare, que otorga a los federales el control de una sexta parte de la economía— han alcanzado niveles de crisis. A medida que aumentan los derechos y el gasto del gobierno, aumentan los déficits y los gobiernos buscan obtener más ingresos de los creadores de riqueza, que ya están sobreimpuestos y regulados, lo que frena aún más la creación de riqueza y genera aún más demandas de asistencia gubernamental.
En este momento, el gobierno federal pide un préstamo de 40 centavos por cada dólar que gasta. La deuda nacional bajo Obama ha pasado de 10 billones de dólares a 18,2 billones de dólares, lo que equivale al PIB del país. Sin embargo, Obama, Harkin y sus compinches buscan aumentar el techo de la deuda para poder llevar aún más al país a la bancarrota.
Peor aún, esos políticos, en su ansia de saquear, se han pasado la vida política avivando las llamas de la envidia, condenando a las personas prósperas por el «pecado» de prosperar con sus propios esfuerzos, y luego exigiendo que produzcan aún más para que los políticos puedan expropiar. Y, con demasiada frecuencia, los productores se han sentido culpables y se han disculpado por ser productivos y prósperos, por sus virtudes.
Son los políticos paternalistas los que se han rebelado contra los principios de la libertad individual, «una determinada ideología», sobre los que se fundó este país: que cada uno de nosotros tiene derecho a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad, y que el gobierno debe limitarse a proteger esos derechos. Son estos políticos los que buscan convertirnos a todos en serviles, seguir dependiendo de su generosidad mientras se alimentan de un número cada vez menor de víctimas.
Pero ahora los productores se están despertando y se están enfrentando a gente como Obama y Harking. Atlas se encoge de hombros. Y una guerra civil solo se evitará si las personas productivas y aquellas a las que esos políticos han hecho depender del gobierno recuperan su libertad y dignidad.
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Hudgins es director de promoción y académico sénior en The Atlas Society.
Para más información:
«Eduardo Hudgins», Productores contra expropiadores: la próxima guerra civil de Estados Unidos. » 13 de abril de 2010.
*Eduardo Hudgins,» La batalla por la deuda de la «Guerra Civil» de Estados Unidos. » 3 de agosto de 2011.
Edward Hudgins es director de investigación del Heartland Institute y exdirector de promoción y académico sénior de The Atlas Society.
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